sábado, 12 de enero de 2013
En cuestión de plagas forestales, no todo es el clima
Las repoblaciones forestales fueron una actividad predominante en nuestros montes durante la segunda mitad del siglo XX, con objetivos económicos, como producir madera, o ambientales, para prevenir riadas, proteger suelo, y regular los ciclos hidrológicos. Muchos de los pinares que se plantaron entonces no tienen hoy en día interés comercial directo, pero siguen realizando estos servicios al ecosistema de muy dificil valoración económica, ya que su efecto es sobre todo preventivo. Sin embargo, el mantenimiento de estos pinares requiere de importantes cantidades de dinero para controlar las plagas forestales que, por otro lado, cada vez son más frecuentes. Es fácil apuntar al cambio climático como responsable del aumento de la vulnerabilidad de nuestros bosques al ataque de plagas, pero ¿es toda la culpa del cambio climático?
El aumento de temperatura predicho, favorecerá el crecimiento y expansión de muchas plagas. La procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa) es una especie que, por su ciclo de vida, es un buen ejemplo para estudiar los efectos del cambio climático. Las larvas se desarrollan durante el invierno, y ascienden a la copa de los árboles, donde se construyen sus casas (bolsones) y se alimentan de las acículas hasta el principio de primavera, cuando forman las conocidas procesiones para enterrarse y pupar. De allí salen en verano las mariposas que recomienzan el ciclo en el otoño siguiente. El incremento en los termómetros de estos últimos años ha permitido a esta especie colonizar nuevos territorios en altitud y latitud. Pero ¿es el clima el único responsable de esta expansión?
Al revisar el concepto de plaga, podemos ver que al clima se le suman otras condiciones que desencadenan la plaga. Se trata de características de la especie plaga, en este caso la oruga de la procesionaria, y de sus hospedadores, los pinares. Puesto que el clima escapa a nuestro control, los esfuerzos de gestión se deben dirigir a los hospedadores y la especie plaga. Tradicionalmente el control de plagas ha estado centrada en el ataque directo a la especie plaga. Con el tiempo, los métodos han evolucionado y se han diversificado (p.ej. insecticidas de origen biológico, suelta de depredadores o parásitos específicos, etc.) pero el énfasis sigue estando en medidas paliativas que implican el ataque directo a la plaga una vez que ésta ha ocurrido.
Pero, si nos fijamos una vez mas en los puntos de la definición de plaga, veremos que dos de ellos describen al hospedador potencial y sin embargo han sido ignorados en el control de plagas. Los pinares atacados por procesionaria cumplen esos requisitos, son pinares con una elevada densidad de árboles, y compuestos por individuos muy iguales, es decir con una susceptibilidad similar a ser atacados. Jose Antonio Hódar, autor de este artículo, propone una estrategia de prevención basada en el manejo del hábitat, que consiga bosques más diversos en estructura y composición de árboles, más resistentes no sólo frente a las plagas, sino a los diversos tipos de perturbación que se adivinan para los años venideros.
La gestión que se propone es muy similar a la que se hace en la agricultura ecológica: cuánto mas diverso es un cultivo, el ecosistema que se forma es más complejo y tiene mayor capacidad de respuesta frente a las perturbaciones. Los cultivos de una sola especie albergan menor diversidad de flora y fauna, tienen menor capacidad de respuesta, y se vuelven más dependientes de nuestros cuidados. Los pinares de repoblación son como extensos cultivos, pobres en especies, cuyo equilibrio es dependiente del hombre. La clave está en conseguir que estos pinares sean capaces de responder a las perturbaciones minimizando la intervención humana, con medidas drásticas como talar para clarear esos pinares, o intercalar otras especies en el pinar, conseguiríamos algo mas parecido a un bosque que a una plantación. Puede suponer una inversión inicial fuerte, pero a la larga reduciríamos la vigilancia y actuación periódica de control.
Jesús J.
http://revistaecosistemasblog.net/2012/12/21/en-cuestion-de-plagas-no-todo-es-el-clima/
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